Indignarse

Por las manos y las mentes que trabajan para que exista la guerra.

Por los sentimientos que corrompen el sistema.

Por los que abruptamente explotan la montaña, desconociendo los peces que mueren y el agua que se envenena.

Por los corazones deshonestos y la mirada que da muerte al árbol.

Indignarse

Por la violencia sexual hacia mujeres y  niños y niñas.

Por los seres humanos que duermen en las calles y mendigan su pan.

Por los falsos positivos y las presas humanas de la guerra.

Por los Tratados de comercio genocidas.

 Por la barbarie de la muerte.

Por las mentiras de los medios masivos de comunicación.

Indignarse:

Por alta inversión para la guerra y la baja inversión para la educación.

Por la violencia hacia los derechos humanos.

Por la falta de empleo digno.

Por la corrupción social en la vive Colombia.

Por la violencia histórica que ha sometido a nuestros campesinos y campesinas.

Indignarse por las diversas formas de muerte que se da en las ciudades.

Por el sicariato como forma de empleo.

Por los soldados, guerrilleros y paramilitares que mueren en el conflicto que vive nuestro país

Indignarse, indignarse…

Para construir otra forma de sociedad posible